
Astrofotógrafo: Christoph Lichtblau
Características: https://www.astrobin.com/vwwzyg/
Documentalista: M. Jesús Castellote
______________________________________________________________________________________________________________
η Carinae está resultando muy fecunda, tanto en bibliografía como en teorías, aproximaciones o comparaciones con otros objetos. No parece que haya una puesta en marcha de un nuevo instrumento que no se haya detenido en observarla … ¿con qué nos sorprenderán los nuevos?
Mientras, sigamos con otros brazos de esa estrella de mar que es eta Car, capaz de regenerarse a partir de una porción de sí misma, … muchas veces el cosmos se parece a un océano.
Una muestra: ¡bonita astrofoto! ¡placentero vídeo!
Se ha dicho de todo sobre nuestra estrella y, como seguro aparecerán tarde o temprano, es mejor conocer algunos de los atributos que se le han supuesto.
El tipo LBV-Luminous Blue Variables
Otro nombre que añadir a la historia de eta Car, el del estadounidense Peter Selby Conti, un estudioso de las estrellas masivas. En el 105 Simposio de la IAU, incluiría entre las estrellas masivas todas aquellas de tipo O hasta B3, y las luminosas supergigantes de cualquier tipo espectral. El límite inferior de masa estaría en unas 10 masas solares, capaces de acabar en supernova.
A la vez hacía una distinción entre estrellas Wolf-Rayet y aquellas otras masivas calientes que presentaban pérdida de masa a través de vientos estelares. Y citaba entre ellas: η Car, P Cygnus, R71, R122, S Dor y las variables Hubble-Sandage … “me referiré a ellas como ‘variables luminosas azules’”, decía (Conti, 1984).
El interés por el recuento había empezado antes. Por ejemplo, el estadounidense Frederick Hanley Seares (1931) señalaba la importancia de conocer la disposición de estrellas y nebulosas dentro del nuestro sistema galáctico para configurar la ‘espiral’ que se preveía para nuestra Vía Láctea a la vista de las ‘espirales externas’, tan heterogéneas que no permitirían establecer un modelo que sirviera para todas.
Jan Oort (1938), por su parte, en su estudio de la estructura galáctica, destacaría la importancia de ese recuento, principalmente de las O y B que permitirían atisbar su ‘diseño’.
… y a ello se pusieron.
Entre 1959 y 1965 el Hamburger Sternwarte y el Warner and Swasey Observatory inventariaron las estrellas luminosas del hemisferio norte. En 1971 se publicó la parte correspondiente al hemisferio sur.
En 1991, Bruce Cameron Reed, profesor del Alma College, empezaría a unificar estos catálogos con sus propios registros y acabaría siendo, ya con todos los objetos de ambos hemisferios, el ALS-Alma Luminous Stars. En la actualidad cuenta con 20171, con mayoría de estrellas OB pero incluyendo supergigantes A-G, enanas blancas, nebulosas planetarias y estrellas Wolf-Rayet.
Nuestra estrella mantiene las denominaciones de ambos catálogos LS 1868 y ALS 1868.
¡Va a ser por luminosidad!
Admirable Sir Arthur Stanley Eddington. No me resisto a destacar algunas frases escritas en 1916, en plena Primera Guerra Mundial, por este astrónomo británico, cuáquero practicante, ergo pacifista como Einstein, tan necesitados en estos tiempos que corren:
“El afán de fuerza, el amor al imperio, un patriotismo estrecho y la perversión de la ciencia han llevado al mundo al desastre” … “Las naciones se arrepienten de su locura, no por una repentina revulsión, sino por el lento crecimiento de una perspectiva más sabia”.
No dudó en embarcarse hacia la isla Príncipe, en el golfo de Guinea, en una de las dos expediciones que intentaban probar mediante la observación directa y la fotografía, lo que Einstein había predicho en 1915 sobre la desviación que sufre la luz de las estrellas cuando se interpone el Sol en la línea de visión … aquello de la curvatura del espacio-tiempo … lo lograron.
Esta es una imagen restaurada de las tomadas originalmente, y ahora perdidas, durante el eclipse de 29 de mayo de 1919

Pero Eddington no solo fue un defensor de las teorías de Einstein. También le interesaban los movimientos de las estrellas (1906) o la distribución de las más brillantes con respecto al Sol (1913).
Se preocupó igualmente por el mecanismo interno de las estrellas y estableció el límite que lleva su nombre que establece la luminosidad máxima que puede tener una estrella en equilibrio hidrostático sin volverse inestable y expulsar sus capas externas (Eddington, 1924; 1926). Puede suceder que una estrella pueda superar ese límite temporalmente sin ser destruida o que una interacción viento estelar-radiación permita una luminosidad global superior al limite. Esto último se considera, por ejemplo, para los estallidos de η Carinae (Wikipedia).
¡Sorpresa!
Eso debió ser encontrarse con parte de la luz producida por el estallido de los 1840s en 2010. ¿Qué se hace cuando pasa una cosa así? … ¿gritar? … ¿saltar? … ¿llamar a todo el mundo?
¡Vaaaaale!, recoger datos y hacer tablas con ellos para luego estudiarlos.
La cosa fue que en el momento del estallido, la mayor parte de la luz producida llegó a la tierra (en línea recta, se entiende, aunque alguna se curvaría en encontronazos con otras estrellas, ¿no?); pero otra parte, compuesta por fotones juguetones, se dispersó por los confines galácticos y nos vino a sorprender en pleno siglo XXI.
¿Cómo se explica?
Pues por un efecto de rebote que se denomina ‘eco de luz’ por el que parte de la emitida en un destello súbito, se refleja en el polvo estelar y llega tiempo después, en este caso con más de siglo y medio de retraso.
Esta es la imagen

https://esahubble.org/images/opo1212a/
Se quedan cosas en el tintero, pero tengo que terminar … continuará en enero.
_________________________________________________________________________________________________________________________
a propósito …
una historia
Te levantas un día y tienes la suerte de que te han adjudicado un tiempo de observación en, pongamos por ejemplo, cualquiera de las instalaciones del ESO-European Southern Observatory, a no-sé-cuántos-metros-de-altitud.
Llegas, ¿y qué pasa? Pues que te encuentras cielos así y con el afán primerizo, te pones a identificar que si Carina por aquí, Vela por allá, que si el pulsar tal o cual; en fin, que te envían inmediatamente a una sesión de evitar-males-mayores.
Te sientan un cuarto de hora ante esa imagen ¡objetivo conseguido! La hipnosis ha hecho su papel, empiezas a relajarte, pero no está todo a salvo no se sabe si por el mal de altura o por qué (lo están estudiando), el caso es que hay quien se pone a hacer cálculos sobre cuándo y dónde se situará la luna en determinado momento o busca solución para los días de insomnio.
… lo sé …
________________________________________________________________________________________________________
Organismos
Centre de Données astronomiques de Strasbourg [https://cds.u-strasbg.fr/]
ESA [https://cosmos.esa.int/]
NASA [https://www.nasa.gov/]
Bases de datos
Aladin Sky Atlas [https://aladin.cds.unistra.fr/AladinLite/]
Cornell University- ArXiv [https://arxiv.org/]
ESASky: https://sky.esa.int
IRSA https://irsa.ipac.caltech.edu/
SAO/NASA Astrophysics Data System (ADS) [https://ui.adsabs.harvard.edu/]
SIMBAD Astronomic Database [http://simbad.cds.unistra.fr/simbad/]
NED (NASA/IPAC Extragalactic Database) [http://ned.ipac.caltech.edu/]
Otros recursos
IATE-European Union terminology [https://iate.europa.eu/]
SEA- Sociedad Española de Astronomía [https://www.sea-astronomia.es/glosario]
Wikipedia [https://es.wikipedia.org/]
Referencias
Conti, P. S., “Basic Observational Constraints on the Evolution of Massive Stars”, in Observational Tests of the Stellar Evolution Theory, 1984, vol. 105, p. 233.
Eddington, A. S., “Systematic motions of the Stars”,Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, vol. 67, pp. 34–63, 1906. doi:10.1093/mnras/67.1.34.
Eddington, A. S., “The distribution in space of the bright stars”,Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, vol. 73, no. 5, pp. 346–358, 1913. doi:10.1093/mnras/73.5.346.
Eddington, A. S., “The future of international science”, The Observatory, vol. 39, pp. 270–272, 1916.
Eddington, A. S., “On the relation between the masses and luminosities of the stars”,Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, vol. 84, pp. 308–332, 1924. doi:10.1093/mnras/84.5.308.
Eddington, A. S., The Internal Constitution of the Stars. 1926. [libro. No accesible]
Einstein, A., “Zur allgemeinen Relativitätstheorie”,Sitzungsberichte der Königlich Preussischen Akademie der Wissenschaften, pp. 778–786, 1915.
Oort, J. H., “Absorption and density distribution in the galactic system”, Bulletin of the Astronomical Institutes of the Netherlands, vol. 8, p. 233, 1938.
Seares, F. H., “Form and Structure of the Galactic System”, Publications of the Astronomical Society of the Pacific, vol. 43, no. 256, p. 371, 1931. doi:10.1086/124169.