El corazón de las tinieblas


Autor:
Toni Fabiani
Características:
Equipo: ESPRIT 100 Sky Watcher. Reductor Riccardi 0.75 y rotador de campo modelo falcon de la marca Pegasus.
Datos de exposición: 50*600 HA / 10*600 SII / 10*600 OIII
12 horas de exposición.
Procesado en Pixinsigth
Documentación:
M. Jesús Castellote

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Otra mente maravillosa: Alexander von Humboldt (1769-1859)

Representante de las ideas de la Ilustración y del cambio de mentalidad científica, ‘todo está relacionado’; intentó plasmar ‘todo lo que hoy día sabemos de los fenómenos de los espacios celestes y de la vida terrestre, desde las nebulosas hasta la geografía de los musgos en las rocas de granito’ en su gran obra Kosmos (Cosmos. Ensayo de una descripción física del mundo). Destacado geógrafo y naturalista, fue también astrónomo, uno de los primeros que estudió las estrellas por sus diferencias de brillo y color. Impulsó la creación del Observatorio de Berlin.

El pequeño de los Humboldt aplicaba mismos nombres para mismos conceptos. ¿Qué nombre puede representar mejor al espacio ocupado por el mar Caribe y el Golfo de México? … ¡exacto! … ¡Mediterráneo americano! (rodeado de tierra como el Mare Nostrum) (Gillman, 2014).

No encontraremos una zona del universo tan ‘geográfica’ en nombre y referencias como ésta.

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Nueva primera foto de Toni Fabiani estrenando equipo y con nostalgia de verano caribeño. Se trata de la parte del Golfo de México en el North America Nebula complex (NAME NAN complex).

Con las indicaciones del mapa de los USA, podríamos decir que el centro de NGC 7000 (NAN) se halla a la altura de Dallas, que más abajo, el punto luminoso junto al mar oscuro, sería Houston. A su derecha, la desembocadura del río Misisipi con su idéntica marea negra, muerta. Imposible para la vida, solo Nueva Orleans parece resistir … Miami ya es otra cosa… y también Ciudad de México o San Luis Potosí.

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Cartografía completa

El complejo se localiza en el brazo de Orión-Cygnus y, aunque aparentemente se encuentre en la proximidad de la nube Cygnus X, se considera que está más cerca y que forma parte de una cadena de regiones de formación estelar que se extiende entre la propia Cygnus X y Orión (Kuhn et al., 2020).

La macroregión HII, NAN o W 80, contiene a su vez 3 zonas ionizadas diferenciadas: la propia North America Nebula (NGC 7000 o SH2-117), IC 5068 y Pelican Nebula (IC 5070).

El golfo de México (NAME Gulf of Mexico) es una de las nebulosas oscuras (LDN 935) que rodean el complejo. Situada entre las regiones HII ionizadas, cumple el calificativo de ‘mediterraneidad’ de A. Humboldt (medi-ionizadeidad, vendría a ser).

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Uno de los trabajos pioneros sobre la zona, partía de la hipótesis de que se trata de una nube molecular estática (quiescente) en la que todavía no se ha iniciado la fase activa del proceso de formación estelar; es decir, muy joven (Feldt y Wendker, 1993) donde se analizan y mapean las zonas más densas incrustadas en el entorno de gas H I, todavía sin ionizar (Feldt, 1993).

Un examen más profundo confirmaría ese carácter juvenil del ‘Golfo de México’ descubriéndose que “contiene un buen número de objetos de hidrógeno molecular (MHO), objetos Herbig-Haro (HH) y más de 300 objetos estelares jóvenes (YSO), lo que indica un reciente estallido de formación estelar” (Bally et al., 2014).

Un paseo por las orillas

Si empezamos el recorrido por la parte mexicana sería recomendable algo de protección solar frente a los rayos ultravioleta.

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Lamentablemente la música que nos acompaña no es alegre y playera sino reflexiva y reivindicativa: Sin miedo de Vivir Quintana.

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En 1972, entre el 16 y 27 de abril que duró la misión Apolo 16, se colocó el primer observatorio lunar para el registro de radiación ultravioleta. Todavía sigue en su ubicación: en las Tierras Altas de Descartes.

El observatorio, consistente en una cámara/espectrógrafo ultravioleta, fue desarrollado por George Carruthers, del U.S. Naval Research Laboratory quien, había realizado la primera detección de hidrógeno molecular en el espacio, en 1970 y obtendría después una imagen en ultravioleta del cometa Halley [https://www.nasa.gov/image-feature/looking-back-dr-george-carruthers-and-apollo-16-far-ultraviolet-cameraspectrograph].

Recordemos que, desde la Tierra, no se pueden detectar estas radiaciones dado que disponemos de una capa protectora de ozono que limita su llegada. Somos, también por esto, deudores del azar al que continuamente tentamos con desafíos insensatos a la naturaleza.

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Todo está relacionado, decía Humboldt, y viene bien para reivindicar la figura de Javier Cacho, divulgador científico y escritor que fuera jefe de la expedición española en su queridísima Antártida en distintas campañas. Como investigador especializado en la atmósfera, fue uno de los pioneros en el estudio del tristemente famoso ‘agujero en la capa de ozono’ (Cacho y Sainz de Aja, 1989). El pasado año nombraron en su honor un islote en ese continente, Cacho Island.

No es un lugar tan cálido como el Golfo de México, pero seguro que es mucho más parecido al paraíso que él imagina.

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Volviendo al observatorio lunar, se tomaron imágenes de distintas zonas: Aquarius-Grus, Sagittarius y, la que nos ocupa, parte de Cygnus.

Con una exposición de 10 minutos se pudieron localizar 730 estrellas que, por la longitud de onda media observada, se trata de estrellas del tipo A0V y B0V. Entre ellas se encuentra nuestra protagonista ‘Ciudad de México’ (Carruthers y Page, 1984).

Pocos datos se tienen de HD 200178. Se le asigna un tipo espectral A0 pero con un grado de incertidumbre muy alto. Sí hay una medida de distancia reciente, de 2018, alrededor de 550 pc.

También emisora de UV es V*V2200 Cyg. Haciendo honor al nombre cartográfico que le hemos dado, se trata de una estrella de alta cotización: peculiar, de composición química singular.

De ella tenemos algún dato más. Ya había sido incluida con anterioridad en el catálogo Celescope, en el que se recogen datos de emisión UV de unas 1200 estrellas obtenidos por el satélite OAO-2 (Orbital Astronomic Observatory), primer explorador cósmico que se mantuvo activo desde 1968 hasta 1973. Se le apodó Stargazer (recomendable la canción con ese título del grupo Rainbow) y se encargó de realizar más de 20.000 mediciones que sirvieron para demostrar que las estrellas jóvenes eran más calientes de lo que predecían los modelos de la época o que los cometas están rodeados de nubes de hidrógeno y, relacionado con la extinción, el brusco aumento de ésta en la luz UV que sigue interesando investigar. Intriga la naturaleza del polvo interestelar que provoca esta característica. [https://www.nasa.gov/feature/goddard/2018/nasa-s-first-stellar-observatory-oao-2-turns-50]

Nuestra San Luis Potosí es una variable del tipo α2 CVn que tiene una distancia calculada también en 2018 de unos 320 pc. Estas son estrellas cuya variabilidad se debe a las manchas que producen sus fuertes campos magnéticos.

Cruzada la valla del río Bravo sin más alternativa que la pértiga en lugar de la barca, si habláramos de realidad, ya en terreno de los USA, nos dirigimos a Dallas, HD 200060, una siempre atrayente gigante roja que se encuentra a unos 200 pc de distancia que rivaliza con otra gigante roja del territorio tejano, HD 199956 (Houston), casi a la misma distancia, unos 225 pc.

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Música country de acompañamiento: Just because I’m a woman de Dolly Parton

Siguiendo el camino, atravesamos otro río, el Misisipi, para llegar a Nueva Orleans. Nos dejaremos arrastrar por una banda callejera, no podemos dejar de escuchar Pay me my money down de Bruce Springsteen. Y ¡menos mal que tenemos música! porque tampoco se sabe demasiado de BD+43 3775: un incierto tipo espectral A2 y una distancia de unos 565 pc.

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Terminamos este rápido paseo en Miami con HD 199547, una de la binarias espectroscópicas de las gigantes K Redman stars.

Ya habíamos visto la utilidad de las gigantes rojas que se especulaba que se habían desplazado entre brazos galácticos (ver El tulipán negro).

Durante 45 años (1966-2011), un grupo de 83 estrellas seleccionadas casualmente porque se encontraban en torno al meridiano en el momento de la observación por el astrónomo inglés Roderick Oliver Redman. Su intención era utilizarlas como marcadores de rotación galáctica. Las estrellas se encuentran entre Sagitta y Cassiopeia y sistemáticamente se recogieron en ese tiempo sus velocidades radiales (línea de visión). Ahora la mayoría de ellas se encuentran integrando otros programas de seguimiento (Griffin y Stroe, 2012).

Un paseo más pausado

Para quienes prefieran hacer paradas

En su correspondiente celeste, también la parte americana parece recibir más atención
Comprobar equivalencia de coordenadas entre catálogos GEN# y EQ

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La riqueza está en el mar

Nada más oscuro que contemplar el mar en una noche nublada y sin luna, negrura intensa. Así aparece también en la foto. Abandonamos esas orillas azules del mar diurno.

A las nubes densas que se crean en los nidos protoestelares hemos de sumar la nube que se interpone en la línea de visión. Así definía la zona George Horward Herbig en 1958: ‘Las fotografías directas dan la impresión de que NGC 7000 es sólo el fragmento visible más brillante y mayor de una masa mucho mayor de nebulosidad de emisión que se encuentra detrás de un fuerte oscurecimiento del primer plano’ (citando a Morgan, Strömgren y Johnson).

En la superficie

Con tanto nubarrón es difícil identificar objetos. A medida que nos adentremos, poco a poco, podremos descubrir algunos interesantes

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Aún podemos encontrar algún cúmulo camuflado, eso sí, con gafas de buceo infrarrojo del 2MASS

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Mar adentro

Decididamente, con gafas especiales, podríamos localizar la nube molecular MSXDC G084.81-1.09, donde se identificarían algunos núcleos invisibles en la astrofotografía. Superman sí podría ver la fuente de radio de nombre mareante [UHP2009] VLA G084.7847-01.1709.

Aquí un mapa orientativo:

Buceando un poco más se pueden encontrar un grupo de objetos Herbig-Haro (puntos rojos en la imagen para una distribución aproximada)

Aún podemos sumergirnos más para encontrar, no estrellas con líneas de emisión, sino ‘objetos de emisión’ (¿quizás desconocidos?)

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Los tesoros escondidos

Seguro que podríamos encontrar más, pero se destacarán dos: [SL2008c] 8 y V* V 2493 Cyg que, escrito así, no dice mucho pero si acercamos el zoom …

[SL2008c] 8

Descubierta por Comerón y Pasquali ([CP2005] 4) se trata de la fuente ionizante primaria de la región, ‘se convertiría en la estrella masiva conocida más cercana con tipo espectral anterior al O4.4 Kuhn et al., 2020).

Apodada ‘Bajamar’ por Maíz Apellániz quien la califica de ‘caso genuino de estrella masiva nacida casi aislada’ (Maíz et al., 2020).

Hemos hablado en varias entradas de este blog de la relación entre cúmulos incrustados y el nacimiento de estrellas masivas. La alternativa teórica es el ‘nacimiento aislado’. Pues bien, parece que nos encontramos ante un probable caso de este tipo, lo que la convierte en una verdadera joya para la investigación aunque, se trate de una binaria espectroscópica según Maíz y dude Kuhn,

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Vendría bien equiparar [SL2008c] 8 a ‘la estrella solitaria’ si no fuera porque representa la bandera de Texas y, recordemos, acaba de prohibir otro derecho de las mujeres, el del aborto.

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Muy recomendables los dos artículos donde se establecen discrepancias por su carácter binario, cálculo de distancias e, incluso, origen.

V* V 2493 Cyg

Otro caso intrigante (como diría Kuhn). Nos encontramos con una variable de tipo FU Orión (eruptiva) cuya explosión fue detectada en 2010 (Semkov et al., 2014) y que se prolongaría en el tiempo tal y como muestra la imagen

Ya se indica al pie (Semkov et al., 2014) la secuencia temporal: agosto 2007, octubre 2010 y agosto 2013.

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Lo intrigante para mí: en la imagen del DSS2 no puede verse el ‘fogonazo’; en la fotografía que se comenta, sí. ¿Nueva explosión?, ¿misma explosión cuyo destello se mantiene en el tiempo? … no he podido averiguarlo. Lo cierto es que en las dBs del CDS aparece como ‘supernova’.

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Otras curiosidades alrededor de esta variable

  • un conjunto de fuentes de radio en un área muy próxima (en rojo)
  • otras Oriónidas cercanas para quienes tengan interés (en amarillo)

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Bases de datos

Centre de Données astronomiques de Strasbourg [https://cds.u-strasbg.fr/]

NASA [https://www.nasa.gov/]

Referencias

Bally, J., Ginsburg, A., Probst, R., Reipurth, B., Shirley, Y. L., and Stringfellow, G. S., “Outflows, Dusty Cores, and a Burst of Star Formation in the North America and Pelican Nebulae”, The Astronomical Journal, vol. 148, no. 6, 2014. doi:10.1088/0004-6256/148/6/120.


Cacho, J. and Sainz de Aja, M.J. Antártida: El agujero de ozono. Madrid: Tabapress, 1989

Carruthers, G. R. and Page, T., “The S201 far-ultraviolet imaging survey. II. A field in Cygnus.”, The Astrophysical Journal Supplement Series, vol. 54, pp. 271–289, 1984. doi:10.1086/190930.

Davis, R. J., Deutschman, W. A., and Haramundanis, K. L., Celescope catalog of ultraviolet stellar observations; 5068 objects measured by the Smithsonian experiment aboard the Orbiting Astronomical Observatory (OAO-2). 1973.

Feldt, C., “The W 80 dark cloud : a case study of fragmentation. II. The HI content.”, Astronomy and Astrophysics, vol. 276, pp. 531–538, 1993.

Feldt, C. and Wendker, H. J., “The W 80 dark cloud: a case study of fragmentation. I. The observations.”, Astronomy and Astrophysics Supplement Series, vol. 100, pp. 287–303, 1993.

Gillman, S., “Humboldt’s American Mediterranean”. American Quarterly, vol. 66(3), pp. 505–528, 2014 http://www.jstor.org/stable/43823416.

Griffin, R. F. and Stroe, A., “Photoelectric Radial Velocities, Paper XX 45 Years’ Monitoring of the Radial Velocities of the Redman K Stars”, Journal of Astrophysics and Astronomy, vol. 33, no. 2, pp. 245–278, 2012. doi:10.1007/s12036-012-9146-4.

Herbig, G. H., “NGC 7000, IC 5070, and the Associated Emission-Line Stars.”, The Astrophysical Journal, vol. 128, p. 259, 1958. doi:10.1086/146540.

Kuhn, M. A., Hillenbrand, L. A., Carpenter, J. M., and Avelar Menendez, A. R., “The Formation of a Stellar Association in the NGC 7000/IC 5070 Complex: Results from Kinematic Analysis of Stars and Gas”, The Astrophysical Journal, vol. 899, no. 2, 2020. doi:10.3847/1538-4357/aba19a.

Maíz Apellániz, J., Crespo Bellido, P., Barbá, R. H., Fernández Aranda, R., and Sota, A., “The Villafranca catalog of Galactic OB groups. I. Systems with O2-O3.5 stars”, Astronomy and Astrophysics, vol. 643, 2020. doi:10.1051/0004-6361/202038228.

Semkov, E. H., Peneva, S. P., Ibryamov, S. I., and Dimitrov, D. P., “The unusual photometric behavior of the new FUor star V2493 Cyg (HBC 722)”, Bulgarian Astronomical Journal, vol. 20, p. 59, 2014.

Stöffler, D. “Cratering History and Lunar Chronology”. Reviews in Mineralogy and Geochemistry. vol. 60, pp. 519-596, 2006.doi: 10.2138/rmg.2006.60.05.

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