Ya seguiremos con esa extraordinaria η Car a partir de enero. Entretanto querría destacar algunas de las imágenes que vienen a ser mi JWST hit parade particular del año.
Esta es de hace un poco más de un año y nos presentaba esta imagen-reloj-de-arena protoestelar dentro de la nebulosa oscura LDN 1527.

Poco después dirigía la atención a determinados puntos rojizos sobre aquella primera imagen de julio de 2022, en la que aparecían amarillentos, para hacernos distinguir los nidos de algunas protoestrellas que pretenden abrirse paso a bufidos.

Empezamos el año 2023 así, asomándose a la nube molecular Chameleon I que hace pensar en algún que otro germen estelar.

No fue hasta julio que nos mostró una imagen, aquí tengo que poner adjetivos necesariamente, insolente y soberbia desde cualquier punto de vista; ahí, en la nube molecular Ophiucus en el sureste de Rho hay un grupo de objetos jóvenes de los que aquí hay una selección:

El mismo mes nos regaló otra con adjetivo incorporado: inaudita … ¿cómo narices coinciden los picos de refracción con la paralela a la salida de los chorros y, aún más, enmarcando la sombra del disco de acreción? … son cosas que me sorprenden … es Herbig-Haro 46/47.

Imprescindible la lectura que acompaña la imagen-pero-que-muy-afortunada.
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Más verano y llegó septiembre con otro HH, esta vez el HH211. Aquí la ‘linterna’ del JWST se encuentra con él en primer plano y deja intuir que hay otros por detrás de esa ‘niebla espesísima’. Y no solo eso, se nos explica que pudiera tratarse de la formación de una binaria todavía no resuelta (¿resuelta para quién? ¿para el ojo humano o porque están ahí luchando por prevalecer?

Un poco más tarde, en noviembre, se nos recordaba precisamente esta imagen anterior al presentarnos otro nuevo HH. Esta vez el HH 797 y también esta vez se trata de un nacimiento binario en Perseo.

Ambas imágenes de estos objetos Herbig-Haro están en muy cercanas así que no voy a privarme de echarle una ojeada en el infrarrojo del 2MASS

En vertical, al norte, se encuentra HH 797 que sí está ya reconocido en Simbad como doble (la parte de arriba sería HH 797A y la de abajo HH 797B).
En el sur está HH 211 que todavía aparece en Simbad como un único objeto joven.
No sé si el JWST habrá tomado imágenes del conjunto, pero poder sumergirte allí debe ser parecido a jugar a esquivar lanzallamas que te van sorprendiendo por todas partes en cualquier dirección.
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No muy distinto me imagino que debe ser estar dentro de esa nube oscura de esta imagen más reciente, solo que más densa por estar más cerca del centro de la Vía Láctea. Estarán tan apretadas abriéndose paso que ha bastado un pequeño agujero en la nube para que escape un manojo de chorros en todas direcciones:

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Termino con unas imágenes especiales. No son las más recientes, pero sí las más emotivas. Nos las mostraron aquí al lado, en el ESAC-European Space Astronomy Center, en octubre. Se pueden consultar en ESASky.
Es difícil elegir, pero me quedo con este fragmento:

A Orion no le hacen falta agujeros por donde se escapen sus chorros, simplemente no los encierra … quizás sí, pero está tan cerca que podemos ver con mucho más detalle ese surtidor de estrellas que pueden acabar desparramadas y vagabundas por los cielos propulsadas como han sido a través de estos tubos de escape:

¿Qué decir?
Nos reencontramos en enero … ¡¡¡buenos final y principio de año!!!