
Características: https://www.astrobin.com/vwwzyg/
Documentalista: M. Jesús Castellote
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Imposible, por el momento, acabar de repasar la extensa bibliografía de eta Car. Puede que resulte tediosa la espera así que hay que compensarla y aprovechar esas historias que surgen en el lapso, a la manera de las Mil y una noches.
Ya se señaló en la entrada anterior al astrónomo británico Andrew David Thackeray como uno de los primeros estudiosos de eta Car porque así aparece en sus primeras referencias bibliográficas en la base de datos Simbad, principal fuente de información de este blog y también por lo destacado de sus trabajos.
Diseccionó la estrella desde 1950 hasta 1978, año en que murió. Se podría decir que, experto en espectrometría como era, buscó en eta Car elemento a elemento, sus características y de todas las formas posibles (Thackeray, 1953, 1956, 1961, 1967, 1976, 1978) (Walborn, Blanco y Thackeray, 1978).
Curiosidad: ninguno de los estudios realizados en 1956 se han incluido como referencias en Simbad)
El juego de la luz: de la Astronomía a la Astrofísica
Hora de un breve descanso entre referencia y referencia.
Es la espectroscopia la que permite indagar sobre la naturaleza de los objetos celestes, su composición o su temperatura, por ejemplo. Antes de la invención del espectrógrafo, su estudio no podía ir más allá de sus características externas como su posición y movimiento.
Newton, en 1665, jugando con sus prismas, nos mostró todos los colores contenidos en la luz blanca del sol. Lo llamó espectro.
Otro británico, William Hyde Wollaston, en 1802, detectaría sobre ese mismo espectro óptico, la presencia de 7 líneas oscuras que, un poco más tarde, entre 1813 y 1814, llegarían a ser 570 tras el estudio ya sistemático del alemán Joseph von Fraunhofer. Esas líneas se manifestaban, con independencia del cuerpo que emanara la luz (sol, estrellas, planetas), en la misma relativa posición en el espectro. Lo que expresaban era que se hacían presentes en la misma longitud de onda y que debían corresponderse con los distintos elementos constituyentes del cuerpo analizado.
Y así era, Gustav Kirchoff y Robert Bunsen, en 1859-1861, vendrían a comprobar que esas líneas se deben a elementos concretos.
William Herschel nos había advertido en 1800 de que, además de colores visibles, el calor del sol mostraba radiación más allá del rojo (rayos calóricos, más tarde infrarrojos) y Johann Wilhelm Ritter, en 1801, había descubierto la presencia de otra radiación no calórica que se manifestaba al otro lado del espectro, en el violeta, oscureciendo el papel de cloruro de plata (rayos desoxidantes o rayos químicos que acabarían denominándose radiación ultravioleta).
A falta de que la luz nos sorprenda con un nuevo tipo de radiación (ni caliente, ni fría sino todo lo contrario), ya están todos los componentes de la espectroscopia y, con su aplicación, una nueva forma de orientar los estudios astronómicos.
Hay que añadir que hacia 1862, James Clerk Maxwell propuso que la luz es un fenómeno electromagnético. Él mismo predeciría las ondas de radio y describiría las ondas electromagnéticas, como la luz, por su longitudes de onda. En 1895, Wilhelm Röntgen descubriría esos rayos ‘de origen desconocido’ llamados X por ello. Paul Villard, en 1900, finalmente, descubriría la radiación gamma.
De la aplicación de estos y otros conocimientos de la física en el campo de la astronomía, surge esa nueva denominación que sería la astrofísica.
Y uno de los principales impulsores de esa nueva forma de tratar la astronomía que se denomina Astrofísica, fue el jesuita Angelo Secchi que, hacia 1863, empieza a agrupar las estrellas en función de su espectro y color, antecedente del sistema de clasificación de Harvard que idearían Willamina Fleming y Annie Jump Cannon.
Eran tiempos en los que se empezaría a usar la denominación científico en lugar de hombre de ciencia, savant o filósofo natural. Tal nombre lo había propuesto William Whewell el 24 de junio de 1833 durante una reunión en Cambridge de la British Association for the Advancement of Science (Snyder, 2021)
Curiosidad: Maxwell ocuparía en 1856 la cátedra todavía llamada de filosofía natural en Aberdeen.
Sin que haya una razón que lo explique, yo prefiero seguir llamando a quienes se dedican a esta ciencia, astrónomos y astrónomas.
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Glóbulos de Thackeray
Aún no volveremos a eta Carinae, su bibliografía es amplísima pero sugerente. Van surgiendo historias a su alrededor que espero resulten interesantes como alternativa.
Nos habíamos quedado en la figura de Thackeray.
No es difícil encontrarse referencias a los ‘glóbulos de Thackeray’ cuando se habla de los mismos objetos que los ‘glóbulos de Bok’.
En 1997 se publica un artículo con el título: ‘Glóbulos de Thackeray en IC 2944’. Sea debido a este artículo o a cualquier otra causa, el caso es que algunas fuentes me han confundido ¿los glóbulos de Bok son los mismos o distintos de los de Thackeray? Para despistar más, las imágenes que habitualmente sirven para ilustrar los objetos ‘glóbulos de Bok’ corresponden a los glóbulos que Thackeray encontró en IC 2944 … mejor recurrir a las fuentes.
Spoiler: lo que Thackeray encontró en IC 2944 eran glóbulos de Bok.
La historia me parece curiosa. Lo que Thackeray veía es que, en la zona cercana a la estrella HD 101205, aparecían unas pequeñas nebulosidades oscuras que, por la irregularidad que presentaban, NO le parecía que fueran la clase de glóbulos que Bok y Reilly habían descrito (Thackeray, 1950) (ver La cueva del dragón).
Aquí está la imagen

Y puede que Thackeray dudara, pero los autores del artículo mencionado se empeñaron en averiguar qué eran esas manchas irregulares. En él se inclinan por explicar esas nebulosas como fragmentos y restos de lo que habría constituido una trompa de elefante. Tal y como había señalado ya Bok, estos glóbulos pequeños (comparados con los más grandes como las nubes de Barnard) se habían localizado siempre en regiones HII y ante la presencia de estrellas OB. El proceso, explican, se habría iniciado con la formación de pilares semejantes a los de M 16 por la acción de la región HII donde más tarde se habrían ido formando estrellas que compondrían el cúmulo de estrellas O (Reipurth et al., 1997).
Este es el conjunto fotografiado

El segundo de los artículos, también encabezado por el mismo autor y con imágenes del Hubble, se detiene más en la fragmentación de esos trozos que en su formación. Según el primer artículo, los glóbulos serían porciones desquebrajadas de una estructura de trompa de elefante. La radiación ultravioleta hace previsible que esas partes de nubes fueran redondeándose, pero lo que se observa son unos glóbulos con contornos cortantes y otros más difusos. También se observa que parece que estos fragmentos se están dividiendo en otros más pequeños y, aún más complicado, no parece que esté claro que esos fragmentos cortantes no se transformen en perfiles más difusos y viceversa. Lo que sí parece es que se trata de una zona muy dinámica en la que los fragmentos se mueven a distintas velocidades y que los bordes más afilados podrían mostrar las rupturas que, rápidamente, se difuminarían … no obstante, no queda del todo claro.
Estas son imágenes de las fracciones entre las que, por ejemplo, los números 16, 39, 31, 33 y 37 tendrían bordes nítidos. Los difusos serían los 12 y 34 y los objetos 1 y 3 parecen estar en transición entre ambos (Reipurth, Raga y Heathcote, 2003).

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Y como una cosa siempre me lleva a otra, aquí una imagen de Barnard 68 (glóbulo de Bok grande) y los objetos Thackeray (glóbulos de Bok pequeños). En los grandes parece asegurado el proceso de formación estelar, en los pequeños, no.

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a propósito ….
¡Esos eventos que son los FRB-Fast Radio Burst! … Todavía estoy recuperándome
Y esta imagen para disfrutarla … o hipnotizarte, que, también.
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Organismos
Centre de Données astronomiques de Strasbourg [https://cds.u-strasbg.fr/]
ESA [https://cosmos.esa.int/]
NASA [https://www.nasa.gov/]
Bases de datos
Aladin Sky Atlas [https://aladin.cds.unistra.fr/AladinLite/]
Cornell University- ArXiv [https://arxiv.org/]
ESASky: https://sky.esa.int
IRSA https://irsa.ipac.caltech.edu/
SAO/NASA Astrophysics Data System (ADS) [https://ui.adsabs.harvard.edu/]
SIMBAD Astronomic Database [http://simbad.cds.unistra.fr/simbad/]
NED (NASA/IPAC Extragalactic Database) [http://ned.ipac.caltech.edu/]
Otros recursos
IATE-European Union terminology [https://iate.europa.eu/]
SEA- Sociedad Española de Astronomía [https://www.sea-astronomia.es/glosario]
Wikipedia [https://es.wikipedia.org/]
Referencias
Reipurth, B., Corporon, P., Olberg, M., and Tenorio-Tagle, G., “Thackeray’s globules in IC 2944”, Astronomy and Astrophysics, vol. 327, pp. 1185–1193, 1997.
Reipurth, B., Raga, A., and Heathcote, S., “Fragmentation of Globules in H II Regions: Hubble Space Telescope Images of Thackeray’s Globules”, The Astronomical Journal, vol. 126, no. 4, pp. 1925–1932, 2003. doi:10.1086/378363.
Snyder, L.J. “El club de los desayunos filosóficos”. Barcelona: Acantilado, 2021
Thackeray, A. D., “Some southern stars involved in nebulosity”, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, vol. 110, p. 524, 1950. doi:10.1093/mnras/110.6.524.
Thackeray, A. D., “Note on the brightening of Eta Carinae”, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, vol. 113, p. 237, 1953. doi:10.1093/mnras/113.2.237.
Thackeray, A. D., “The distance and absolute magnitude of eta Carinae”, The Observatory, vol. 76, pp. 103–105, 1956.
Thackeray, A. D., “Polarization of eta Carinae”, The Observatory, vol. 76, pp. 154–155, 1956.
Thackeray, A. D., “The infra-red spectrum of eta Carinae”, The Observatory, vol. 81, pp. 102–104, 1961.
Thackeray, A. D., “Coudé spectra of Eta Carinae and the strongest lines of [Fe II] and [Ni II]”, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, vol. 135, p. 51, 1967. doi:10.1093/mnras/135.1.51.
Thackeray, A. D. and Velasco, R., “Ionized Manganese in the infrared spectrum of eta Carinae”, The Observatory, vol. 96, pp. 104–105, 1976.
Thackeray, A. D., “Cobalt in Eta Carinae.”, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, vol. 174, pp. 59P–62, 1976. doi:10.1093/mnras/174.1.59P.
Thackeray, A. D., “Infrared Fe II lines in Eta Carinae and a possible interpretation of infrared excesses.”, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, vol. 182, pp. 11P–15, 1978. doi:10.1093/mnras/182.1.11P.
Walborn, N. R., Blanco, B. M., and Thackeray, A. D., “Proper motions in the outer shell of Eta Carinae.”, The Astrophysical Journal, vol. 219, pp. 498–503, 1978. doi:10.1086/155806.