
Astrofotógrafo: Christoph Lichtblau
Características: https://www.astrobin.com/vwwzyg/
Documentalista: M. Jesús Castellote
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Antes de seguir adelante con lo que nos sugiere eta Carinae, he de hacer una correción.
Me ha llegado una observación sobre un olvido en la última entrada. En la lista de misiones especializadas en el ultravioleta no incluí GALEX-Galaxy Evolution Explorer y eso que es la más reciente … Hay que enmendarlo rápidamente.
GALEX estuvo activo de 2003 a 2012 y fue retirado definitivamente en 2013. Con este observatorio se pudieron comprobar nuevos brotes de formación estelar en galaxias supuestamente muertas. También la interrelación entre galaxias así como importantes avances en el estudio de los agujeros negros y la energía oscura
Por deformación profesional, agradezco que me señalen los errores porque depurarlos y corregirlos ayuda a aumentar la fiabilidad de los datos que se proporcionan.
¡¡¡Mil gracias!!!
Para compensar

NASA/JPL-Caltech
Y un complemento.
Se trata de aclarar un poco más el experimento Celescopio, mencionado también en la última entrada, que buscaba la medición del brillo ultravioleta de estrellas en los primeros estadios de la secuencia principal. El observatorio encargado de llevar a cabo el experimento fue el OAO 2-Orbiting Astronomical Observatory, también apodado Stargazer, lanzado en 1968. Después de la misión fallida del OAO 1, los ensayos y correcciones con el OAO 2 facilitaron la base de los futuros observatorios espaciales.
Después, dentro del mismo programa OAO, llegaría el OAO 3, lanzado en 1972 y conocido como Copernicus, que mejoraría los datos de su antecesor. Finalmente un cuarto proyecto OAO 4 no alcanzó la órbita.
Muy recomendable la lectura de algunas de las aventuras vividas por el OAO 2 y el OAO 3.
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De vuelta al camino
Insistir: eta Carinae está llena de encantos, la mires por donde la mires. Es tarea imposible no dejarse seducir, bien sea por lo que se va sabiendo, bien por lo que sugiere a quienes se interesan por ella o la observan.
Seguimos, pues con esas pequeñas historias que se pueden descubrir a su alrededor.
Más spoiler: imposible acabar con toda la bibliografía hasta después de la parada de diciembre, son más de dos mil referencias y, lo peor, muchas de ellas sugieren verdaderas ‘novelas’ en las que no se puede hacer otra cosa sino detenerse.
Hasta donde voy conociendo, lo que más (me) llama la atención es su resistencia a dejarse clasificar.
Un ejemplo. Alexander von Humboldt en su Cosmos parece decir: Es muy brillante, de primera magnitud pero, ¡ojo!, varía:

Y comenta un poco más adelante: no puedo asignarle una magnitud pero, ¡ojo!, es interesante.

Por entonces aún se la conocía como η Argus, la nave completa que seccionaría Nicolas-Louis de Lacaille en la década de 1750 quedando dividida en: Carina, Vela y Puppis.
Todo en ella hace pensar a quienes la estudian que debería tener un ciclo de erupciones o, al menos, que haya tenido alguna repetición anterior a esa fecha emblemática de 1843 y, sin embargo, no parece que se hayan encontrado (hasta donde he podido consultar) registros de anteriores explosiones, lo que resulta difícil de entender si, como parece, sus arrebatos son tan llamativos.
Y eso que quienes la han investigado han intentado localizar indicios en gran número de fuentes.
Siguiendo esa intuición que sugiere su disposición en capas, es posible que esa erupción registrada en 1843 se repita cada unos cuantos centenares de años. Es verdad que su ubicación, demasiado al sur, hubiera impedido la visión, y por tanto el examen por aquellos observadores de nuestra tradición histórica de los que nos ha llegado información. Sin embargo, teniendo en cuenta el movimiento de precesión de nuestro planeta, hace unos 2500 años, su altura sobre el horizonte sería similar a la actual.
¿Acaso se fijaron en ella los babilonios? No hay seguridad debido a la presencia de muchas estrellas variables en su entorno pero, en 1890, Peter Jensen identificó eta Car entre las relacionadas con el dios sumerio Ea (Davidson et al., 1986).
A estas alturas a nadie le sorprende mis tentaciones de cazoletear en cualquier cosa así que aquí van mis indagaciones por si alguien tiene interés de ahondar en el tema.
Como no sé cananeo tengo que dejarme aconsejar por la Wikipedia sobre la denominación del tal Ea. Porque, parece ser que, una de sus denominaciones en la religión de ese pueblo, es Ia … pero es que tampoco sé sumerio, ni si hubo una evolución babilónica del idioma … por el momento no he localizado en la obra de Jensen la mención a Ea como tal, pero sí de Ia … aquí está la parte que interesa, donde el autor presenta sus razones por las cuales identifica Ía con eta Car (η Argus también en esta obra).
Aquí está:

Traducción libérrima de solo-las-partes-que-nos-ayudan-a-localizar lo que se mencionaba en el artículo de Davidson et al.:
- Pág. 24: podemos buscar Ía en el sur, por supuesto no nuestro sur, ya que tal punto celeste no existía para los babilonios
- Pág 25: míšha imšuh quiere decir que mostró un brillo especial
- Pág. 26: una estrella de la que se dice que es míšha imšuh debe ser capaz de desarrollar un brillo muy significativo. Por tanto, la estrella Ía debe ser capaz por un lado de aparecer «oscura» y por otro muy brillante.
- Pág. 26-27: Por lo tanto la estrella Ía debe pertenecer a las estrellas variables.
- Pág 27: η Argus, que era visible justo por encima del horizonte de Babilonia en la época en que se realizaron los registros y observaciones en cuestión (alrededor del año 700 a.C.), en un momento en que el polo sur del ecuador estaba situado cerca de la Pequeña Nube de Magallanes
Llegados aquí, cabría preguntarse si es posible que, en el Sur, en otras latitudes donde pudiera contemplarse, alguien se hubiera percatado de su presencia.
Pues parece que alguien más se lo había preguntado.
William Edward Stanbridge, llegado a Australia en 1841 procedente de Inglaterra, se interesó por las culturas aborígenes lo que le llevaría a publicar un trabajo sobre los conocimientos astronómicos de una de ellas, los Boorong.
Parece que esta es la lista de sus estrellas conocidas que desarrollaron:

Estrellas como Procyon, Betelgeuse, Spica, Fomalhaut, Deneb y Regulus no estaban incluidas porque parece que, en su cosmogonía, sólo contaban con aquellas estrellas ‘relacionadas’ con otras. Estas últimas serían consideradas, tal vez, como estrellas aisladas.
En la tabla anterior sí se incluye η Carinae como esposa de Canopus. Las equivalencias en la lista están desarrolladas por los australianos Duane W. Hamacher y David J. Frew que, en un artículo de 2010, defendían que existía esa correspondencia en los datos proporcionados por Stanbridge.
En el mismo artículo concluían que, si bien la explosión registrada en el siglo XIX había sido incorporada a la cultura oral de los aborígenes, no había pruebas de que se hubieran transmitido otras erupciones más antiguas.
Siguiendo el mismo artículo, parece que las primeras observaciones fueron realizadas por exploradores holandeses en el siglo XVI y quizás habría habido otras erupciones hacia el año 1000 (Hamacher y Frew, 2010).
Y es que la propia estrella ha dado pistas sobre otras erupciones. Una datación posible podría ser el siglo XV. Al menos eso es lo que se puede interpretar de algunas condensaciones de gases a su alrededor estudiadas en 1978 (Walborn, Blanco y Tackeray). En concreto parece que las localizadas en el eje Este-Oeste (señaladas en el esquema sacado del mismo artículo).

Más reconocimientos
Precisamente este artículo permite resaltar otro nombre vinculado a la historia de nuestra estrella. Se trata del estadounidense Nolan R. Walborn, fallecido en 2018, cuyos trabajos con estrellas calientes son importantes referentes. Ya hemos podido ver alguno de sus estudios sobre clasificaciones de esas estrellas masivas: recordar la tipología Of, que veíamos en la no menos peculiar HD 148937 (ver por ejemplo Sssingular). “Sus trabajos pioneros sobre las propiedades espectrales y la clasificación de las estrellas calientes y masivas, tanto en el óptico como en el ultravioleta, son una referencia de primer orden y sus contribuciones marcaron un hito en este campo”.
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Toca relajarse … una de bolitas con banda sonora
Un gran paseo entre 600.000 estrellas
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Organismos
Centre de Données astronomiques de Strasbourg [https://cds.u-strasbg.fr/]
ESA [https://cosmos.esa.int/]
NASA [https://www.nasa.gov/]
Bases de datos
Aladin Sky Atlas [https://aladin.cds.unistra.fr/AladinLite/]
Cornell University- ArXiv [https://arxiv.org/]
ESASky: https://sky.esa.int
IRSA https://irsa.ipac.caltech.edu/
SAO/NASA Astrophysics Data System (ADS) [https://ui.adsabs.harvard.edu/]
SIMBAD Astronomic Database [http://simbad.cds.unistra.fr/simbad/]
NED (NASA/IPAC Extragalactic Database) [http://ned.ipac.caltech.edu/]
Otros recursos
IATE-European Union terminology [https://iate.europa.eu/]
SEA- Sociedad Española de Astronomía [https://www.sea-astronomia.es/glosario]
Wikipedia [https://es.wikipedia.org/]
Referencias
Davidson, K., Dufour, R. J., Walborn, N. R., and Gull, T. R., “Ultraviolet and Visual Wavelength Spectroscopy of Gas around Eta Carinae”, The Astrophysical Journal, vol. 305, p. 867, 1986. doi:10.1086/164301.
Hamacher, D. W. and Frew, D. J., “An Aboriginal Australian Record of the Great Eruption of Eta Carinae”, Journal of Astronomical History and Heritage, vol. 13, no. 3, pp. 220–234, 2010. doi:10.48550/arXiv.1010.4610.
Jensen, P., Die Kosmologie der Babylonier. 1890, p. xvii+546.
von Humboldt, A., Cosmos: A sketch of a physical description of the Universe (Volume 3), vol. 3. 1851.
Walborn, N. R., Blanco, B. M., and Thackeray, A. D., “Proper motions in the outer shell of Eta Carinae.”, The Astrophysical Journal, vol. 219, pp. 498–503, 1978. doi:10.1086/155806.