
Fragmentos de las fotografías de Miquel Recacha (izquierda) que seguimos comentando y de Amir H. Abolfath (derecha) [https://apod.nasa.gov/apod/ap210601.html]
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En unos tiempos en los que estamos aceptando como algo normal, incluso con entusiasmo, los viajes turísticos al espacio no está de más contrastar estas dos imágenes antes de abordar la segunda parte de la documentación de M 42 y M 43. Es como comparar una playa por la que puedes pasear tranquilamente y otra en la que tienes que ir esquivando montones de desechos. La sensación misma que transmiten, relajación en una y estrés, que no dinamismo, en la otra, parecen estar enviando un mensaje de alerta.
A la vista de las dos astrofotografías, y de nuestra relación con el medio que nos rodea, parece que el futuro que espera a esos ‘nuestros’ paisajes exteriores no es lo optimista que debería ser.
¿En qué consiste el progreso?
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Se había dicho en la primera parte (ver ¿Vaina o espada?) que la variable V* V2212 Ori abría la posibilidad de mirar desde otra perspectiva estos ‘messiers’, M42 y M 43.
Se considera clara su pertenencia a dos nuevos elementos: al cúmulo abierto NAME Orion Nebula Cluster y a la nube molecular NAME Ori A.
El cúmulo
En estas atribuciones de jerarquías y/o pertenencias, tanto al cúmulo como a la variable V* V2212 Ori, se les incluye como parte en M 42 (región HII) pero sin que quede definida el tipo de relación.
No está de más recordar aquí que la carrera científica se preocupa por ir eliminando dificultades para poder ampliar el conocimiento. Y ya se ha comentado muchas veces lo difícil de separar estrellas que se interponen en una misma línea de visión sobre todo cuando las zonas que se estudian son brillantes tanto en visual como en otras ondas. Un estudio reciente (Meingast, Alves y Rottensteiner, 2021) se plantea estas cuestiones y puede resultar interesante para quienes sientan curiosidad por el método empleado en el estudio de algunos de los más conocidos cúmulos.
Se había visto en la entrada anterior que nuestra variable está catalogada como un ‘objeto joven’. Aquí la podemos ver con sus compañeras, igualmente jóvenes, en el cúmulo

Los círculos, rojo en la izquierda, azul en la derecha, indican el centro del cúmulo
Si además de los objetos jóvenes incluyéramos los más de 2.000 elementos de distintas categorías (variables, estrellas de emisión, etc.) solo veríamos una mancha roja. Pero ¿por qué no echarle un vistazo? … ¡juguemos!
Y ¿por qué no mirar desde más lejos?

Empiezas a jugar y ya se pone difícil parar.
¿Y si en lugar del cúmulo ONC se examina todo M 42?
Ya se había comentado en la entrada anterior sobre la distribución de objetos en M 42 que continuaba por arriba y por abajo, ¿hasta dónde?

Curiosa forma, ¡cómo no sorprenderse! ¿Será un problema sólo de escala?
Porque la forma recuerda a otra similar de una fotografía tomada en infrarrojo por el observatorio espacial Herschel de la ESA (European Space Agency). La fotografía en cuestión muestra el material (polvo) que sirve de sustento para la formación estelar.
Aquí la comparación

Los tonos azulados se corresponden con las zonas con estrellas más calientes en M 42 … imposible resistirse a relacionar ambas imágenes. Izquierda del DSS en el CDS. Derecha del Herschel [https://apod.nasa.gov/apod/ap161014.html]
De vuelta a V* V2212 Ori
Nuestra variable, que no parece tener nada especial que la distinga, sí nos dirige la vista hacia el objeto NAME Ori A, nube molecular a la cual también está adscrita.
La nube NAME Ori A forma, en sí misma, un objeto emancipado, sin dependencia parental de ningún otro. Sí destaca como parte de ella la nube NAME f-Shaped Filament in Orion (Filamento con forma de ‘f’ en Orion; ¡un nombre descriptivo!), a la cual también pertenece nuestra variable.
El número de miembros de una y otra (Ori A y el filamento) es el mismo, ¿coinciden? No da tiempo para comprobarlo pero no hay por qué resistirse a seguir jugando.

¡¡¡bingo!!! A la izquierda distribución de Ori A. A la derecha la de el Filamento f
Aún más fascinante resulta si acercamos la vista y buscamos la situación del espacio vacío en la fotografía

Sugerente imagen esta de lo que parece una burbuja y sugerente también el camino que nos abre la teoría sobre las burbujas pero, lamentablemente, otra vez tendremos que dejarla para mejor ocasión.
Ahora nos detendremos un momento en las marcas amarillas que sí parecen remarcar una diferencia entre las distribuciones. Estas marcas, en la derecha, señalan núcleos densos de materia protoestelar que están bastante localizados en la zona visual de M 43. En la fotografía serían éstas:


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Siempre es gratificante ver señalados esos núcleos densos porque, con suerte, serán las estrellas que aún no son.
La comparación no ha servido para comprobar si eran estos núcleos lo que hacían diferentes ambas imágenes del DSS, la nube molecular o el filamento … pertenecen a los dos, no está ahí la diferencia.
Habría que repasar uno a uno esos, más de mil, componentes para saber cuáles se atribuyen a la nube y cuáles al filamento. Otra: ¡Lástima no disponer de más tiempo!
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El trapecio
Ese hueco sin elementos que llama la atención y que se ha señalado con un círculo naranja en la astrofotografía que comentamos, está ocupado por el gran protagonista en la visual de la Gran Nebulosa Orion, M 42. Se trata de la asociación de estrellas NAME Trapezium Cluster y, según la distancia registrada, está a 399 pc, que lo coloca, a la vista de los datos, por delante de la propia M42 (458 pc).
En la siguiente imagen se muestra el lugar que ocupan sus miembros (hasta 50) y que vendrían a rellenar dicho hueco (en ese aparente punto rojo están señaladas las posiciones de esos 50). A continuación se señalan con círculos las estrellas del sistema tet01 Ori que, como se puede ver, son las designadas como A, B, C y D las que conforman la figura del trapecio que da el nombre a la asociación. Todas ellas, además, constituyen por sí mismas sistemas múltiples.

Quizás si echamos otro vistazo al trapecio con otra imagen sea más realista. Claro que hablar de realismo resulta un poco forzado cuando la fotografía utiliza un falso color (caso de la imagen tomada por el Hubble). Aún así, vale la pena una ojeada y no creo que necesite mucha más explicación


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Otra vez de lejos
Hay que volver a distanciarse de esta complicada espada de Orión. Ni la empuñadura que ocupa el cúmulo NGC 1981 situado en el extremo norte; ni la punta, el otro cúmulo, NGC 1980 en el extremo sur, tenían filiación asignada. No obstante, se les considera parte integrante de la asociación Ass Ori OB 1c, cuyo centro se localiza muy cerca del centro de la del Trapecio (AR 05 35 21.0, Dec -05 20 30).
La asociación está dentro del Cinturón de Gould sobre el que ya se ha comentado en el blog (ver Muñeca rusa).
Muy esquemáticamente, recordemos que el cinturón es una parte de la galaxia que tiene forma anular y contiene una gran concentración de zonas de formación estelar.
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No sé si puede ayudar a hacerse una idea de ese anillo, que parece tener su centro muy próximo a nuestro sistema solar, el hecho de que tanto en Orion como en Scorpius, que son constelaciones opuestas en la esfera celeste, se hable de pertenencia al Cinturón de Gould (NAME Gould Belt).
Ayuda, no sé; sugerente, mucho.
Tampoco en esto es el momento de detenerse y es verdad que están quedando muchas cosas pendientes. La zona está tan próxima y se ha analizado desde tantos puntos de vista que, para esta primera fotografía documentada de Orion, se ha necesitado dedicar estas dos entradas únicamente a los preliminares. Sólo cuando se tienen claros éstos se puede saber lo que se busca en la bibliografía que, en este caso, es abrumadora.
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No acabaré sin antes hacer hincapié en el papel que desempeñan las nubes de polvo interestelar para el desarrollo de estrellas y Orion no se libra de esta parcelación. En la siguiente imagen se pueden visualizar las nubes conocidas de las cuales se nutre esta espada.
Aunque parezca que las OMCs numeradas sean hijas directas de la NAME ORI MOL CLOUD, no quedan establecidas esas dependencias en las bases de datos del CDS. Se señalan las localizaciones más aproximadas en la fotografía. En la imagen de gran campo, los centros asignados a dichas nubes. En todo caso, hurgar entre esos nubarrones oscuros siempre es arriesgado y la miopía da para lo que da.


Hay que añadir una puntualización más. OMC 2 y OMC 3 pertenecen a una región del espacio que, como aparece en la tabla, se denomina NAME OMC ⅔ (agotador).
Y un recordatorio sobre los principales nombres que por sus siglas pueden resultar confusos. ONC (Oeion Nebular Cluster) y OMC (Orion Molecular Cloud).
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Con todo lo expuesto ya nos podemos hacer una idea ‘aproximada’ de una ‘mínima parte’ de la constelación Orion. Por el momento me quedaré con esos tres paisajes fotografiados: el de Miquel Recacha que invita a un paseo tranquilo , el de la de Amir H. Abolfath que alerta sobre lo que estamos consiguiendo con nuestra ‘conquista del espacio’ y el más amplio de Rogelio Bernal Andreo del que ya comentamos otro magnífico paisaje (ver Un bucle extraño).
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Bases de datos
Centre de Données astronomiques de Strasbourg [https://cds.u-strasbg.fr/]
NASA [https://www.nasa.gov/]
Referencias
Meingast, S., Alves, J., and Rottensteiner, A., “Extended stellar systems in the solar neighborhood. V. Discovery of coronae of nearby star clusters”, Astronomy and Astrophysics, vol. 645, 2021. doi:10.1051/0004-6361/202038610.